Seguimos con las celebraciones del XXX Aniversario de la II Sagardo-Bira,
volviendo tras otros 11 años a una de las sidrerías que visitamos en la I de
ellas.
Asistentes: Angelillo, Fernando, Nacho Huitzil, Lu, Celia, Edu y Nesss
Previo
Es la primera vez que hacemos reserva por Internet donde nos cobran fianza de 10 euros por persona. Por si acaso.
La mañana cambiante del encuentro con eclipse de sol parcial incluido (que no
vimos porque estaba nublado), dio paso a una tarde estable en que decidimos
dejar los paraguas en casa. Quedamos en el Goiz-Argi a las 19:00', pero ninguno
llegamos a la hora. Pese a ello, los cuatro primeros en llegar entramos, vimos
el ambiente detritus y decidimos cambiar de local. Angelillo anda despistado con
el transporte para llegar y vamos al Zumardi, donde los vasos que nos sirven son
de cristal y nos pilla de camino para acercarnos a ZinkoEnea. Ahí nos juntamos
los siete, y hacia las 20:05' bajamos a esperar al Herribus para las sidrerías
que sale a las 20:30', con fotos de Nacho Huitzil frente al bar Huizi/Huici.
Somos la segunda cuadrilla haciendo cola y muy pronto se monta una lista de
espera brutal detrás. Hacia las 20:25' llega el Herribus, que se peta y deja
bastante gente fuera. En el viaje a la sidre, las jóvenes de la primera
cuadrilla revientan los tímpanos de Edu en el viaje. Somos los únicos que
bajarnos en Iparragirre.
Sidrería
Casi entramos por la puerta donde estaba el txotxero, quien nos dice que es la
de al lado. Bueno, la anterior visita acertamos la puerta buena a la cuarta.
Vamos mejorando. En cuanto a la descripción de la sidrería, ver aquella acta, ya
que no ha cambiado mucho desde entonces. Nos ponen en una mesa en lo que fue la
cuadra, junto a la kupela 13, que está abierta. Las demás, las iba abriendo el
txotxero en las otras salas. Pedimos 6 menús de sidrería de 46,95 euros y 1
infantil de 16 euros. Al inicio, dan las explicaciones en euskera y luego tienen
problemas para darlas en castellano por las hordas más bien mañas que éramos. De
comer, en lo que respecta a los menús de sidrería fueron dos cazuelitas de carne
cocida en salsa, dos tortillas de bakalao, 6 tajadas de bakalao con pimientos
rojos, verdes y cebolla, tres txuletones (uno de ellos más hecho que el resto),
dos trozos de queso, membrillo y nueces estigmatizantes que no pudimos acabar y
nos llevamos en las bolsitas en que vinieron. Hay que decir que el pan estaba
rico. En cuanto al menú infantil, croquetas de jamón, dos minihamburguesitas con
unas gotas de ketchup, helado, agua y mosto de sidra. El precio fue el
convenido, pero como habíamos adelantado 70, pues es lo que nos descontaron en
la factura. Decidimos beber a nuestro ritmo, sobre todo de las que abría el
txotxero. La sidra estaba rica en general. Las diferentes camareras van
avisándonos cuando sacaban la comida (a veces más de una camarera con lo mismo),
pero eso no alteró nuestro ritmo de beber. Ello provocó que más de una vez
encontrásemos la comida templada, tirando a fría, sobre todo con el bakalao y
los txuletones. El local estaba animado, con algún cliente taquicárdico desde
nuestro primer trago. Bastante público era del propio Hernani. Nesss da clases
básicas de euskera, sobre todo a Angelillo. La palabra que más cuaja es "Topa!"
para brindar. Tras el bakalao, les pedimos que esperasen a la hora de sacarnos
la carne, y que uno de los txuletones lo hicieran más. Nos preguntaron varias
veces si nos los sacaban ya. Vista la hora y pensando en pillar el bus de vuelta
de las sidrerías que oficialmente salía a las 23:30' de Goiko Lastola, pedimos
la carne. Nos sacan todos los txuletones a la vez, ya cortados, sin esperar los
10 minutos que deberían tardar en hacerlos (los debían tener ya hechos de
antes). No nos animamos a pedir que los recalentasen, por la hora que era. A la
hora de pagar, la camarera jefa dice a Nesss que lo de la fianza es sobre todo
para las hordas de sábado en mediodía, que la próxima vez llame por teléfono si
vamos en otro momento. Edu revisa la factura y comprueba que han cobrado el menú
infantil de 21 euros en lugar del de 16. Les pedimos rectificar y nos dan la
razón y una nueva factura, pidiendo disculpas. Salimos a las 23:30' en punto del
local.
Epílogo
Nos ponemos al par de donde habíamos bajado a esperar al Herribus que debía
venir desde Goiko Lastola, pasando por Elorrabi. Pasa el tiempo. Al rato, Nesss
entra a preguntar a la camarera jefa qué pasa con el Herribus. Ella le informa
que debíamos esperar enfrente de la sidrería. Pues mientras estábamos en la
puerta de entrada, no ha pasado ningún Herribus por ahí ni ha venido por el lado
contrario. Cambiamos a esperar enfrente de la sidrería. Poco a poco va saliendo
más peña de la sidrería. Pasa algún coche y algún taxi. Ni rastro del Herribus.
La gente empieza a irse para Hernani andando, siguiendo el camino de las
sidrerías. Nesss sugiere irnos andando por la papelera, que es más corto y más
seguro. El txotxero nos ve al arrancar y también nos muestra su sorpresa porque
no ha pasado el Herribus. Se aviene con Nesss en que es más corto ir por la
papelera. Al acercarnos a Elorrabi y su puente, de pronto Nesss recuerda que hay
una cuesta pasado el puente. Bueno, tampoco fue para tanto. Al mirar el reloj y
recordar el horario del bus nocturno a Donostia (BU40G), deciden apretar el
ritmo para interceptarlo en la parada de Karabel, que si no hay que esperar una
hora más. Hacia las 00:50' llegan a dicha parada y la cantidad de gente hace
pensar que todavía no ha pasado el bus. Preguntado a una cuadrilla si están
esperando al bus, nos dicen que esperan otro. En breve llega un bus con el
luminoso "Especial" que no queda claro si es el BU40G, pero acaban montando
quienes iban a Donostia. Incluso los que oficialmente esperaban a otro. Lu,
Celia, Edu y Nesss intentan volver al Goiz-Argi, pero la cosa no ha mejorado,
así que volvemos a Nesss's. Las chicas se retiran en breve y Edu y Nesss hablan
un rato. Queda claro que hay que poner una queja por el Herribus. Se despiden a
las dos menos cuarto y un cuarto de hora después Edu se acuesta a las tres, que
ha habido cambio de horario.